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MORELIA, Mich., 23 de enero de 2015.- El Papa Francisco pidió al arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda aceptar con humildad la designación que le hizo como cardenal.
Mediante una carta difundida a través de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el jerarca católico pidió que no se filtre el espíritu de mundanidad que marea más que la grapa en ayunas, desconcierta y aparta de la cruz de Cristo.
A continuación la carta íntegra que se fechó el 4 de enero, pero se difundió hasta este viernes:
Excmo. Mons. Alberto Suárez Inda,
Arzobispo de Morelia
Querido hermano: Hoy se ha hecho pública tu designación como Cardenal de la Santa Iglesia Romana. Te hago llegar mi saludo y la seguridad de mi oración.
Pido al Señor te acompañe en este nuevo servicio, que es servicio de ayuda, sostén y especial cercanía a la persona del Papa para el bien de la Iglesia.
Y precisamente para ejercitar esta dimensión de servicio, el cardenalato es una vocación. El Señor, a través de la Iglesia, te llama una vez más a servir; y te hará bien al corazón repetir en la oración la frase que el mismo Jesús aconsejó a sus discípulos para mantenerse en humildad: «Digan, somos siervos inútiles», y esto no como fórmula de buena educación sino como verdad después del trabajo, «cuando hayan hecho todo lo que se les ordenó» (Lc 17,10).
Mantenerse en humildad en el servicio no es fácil cuando se considera el cardenalato como un premio, como culmen de una carrera, una dignidad de poder o condecoración superior. De ahí tu trabajo cotidiano para alejar estas consideraciones, y más bien recordar que ser Cardenal significa incardinarse en la Diócesis de Roma para dar allí testimonio de la Resurrección del Señor y darlo totalmente, hasta la sangre si fuera necesario.
Tanta gente se alegrará con esta nueva vocación tuya y, como buenos cristianos, harán fiesta (porque es propio del cristiano alegrarse y saber festejar). Acéptalo con humildad. Simplemente procura que, en estos festejos, no se filtre el espíritu de mundanidad que marea más que la grapa en ayunas, desconcierta y aparta de la cruz de Cristo.
Será, pues, hasta el 14 de febrero. Prepárate con la oración y algo de penitencia. Que tengas mucha paz y alegría. Y, por favor, te pido que no te olvides de rezar por mí.
Que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te cuide.
Fraternalmente,
† Francisco, Papa