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MORELIA, Mich., 30 de agosto de 2014.- A pesar de las condiciones de inseguridad que prevalecieron hace meses, Michoacán enfoca sus esfuerzos por consolidar y defender los ocho títulos de Pueblos Mágicos que la Secretaria de Turismo federal, otorgó a la entidad.
Muestra de ello son las gestiones que realiza la Sectur estatal para trabajar recursos ante la Federación, cuyo monto para este año fue de 60 millones de pesos, los cuales fueron aplicados para mejorar y embellecer la imagen urbana, sin perder su esencia, según declaró Roberto Monroy García, titular de turismo estatal.
Hoy, la administración del Presidente, Enrique Peña Nieto, aplica una serie de políticas públicas enfocadas a consolidar los sectores de la entidad, entre ellos la industria turística como una medida de cohesión y restitución del tejido social, tras la crisis de inseguridad vivida y la fuerte presencia del crimen organizado.
Parte de estas políticas, se encuentra enfocada en fortalecer los destinos turísticos, entre ellos los ocho Pueblos Mágicos, como una medida que generé reactivación económica y genere empleo, debilidad que aprovecho la delincuencia organizada.
Incluso, hace un par de años, cuando la inseguridad en la entidad era rapante, el ex senador panista, Santiago Creel Miranda, sostenía que “las actividades y presencia del crimen organizado, impactaron de tal manera en esto lugares, que corrían el riesgo de perder su título de Pueblo Mágico”.
Sin embargo, los esfuerzos institucionales y de promoción permitieron que el noviembre del 2012, la Sectur federal otorgara dos nombramientos más a Michoacán: Tzintzuntzan, antigua capital del imperio Purépecha, y Jiquilpan, pintoresco lugar, cuna del General Lázaro Cárdenas del Río.
Con ello, el catálogo de Pueblos Mágicos se amplió para Michoacán y se sumaron a la selecta lista que hoy tiene:
Tacambaro, fundado en 1538 y ubicado a 55 kilómetros de la ribera del Lago de Patzcuaro.
Cuitzeo, joya arquitectónica colonial que tiene entre sus calle a uno de los conventos más simbólicos de los tiempos de la conquista, amén de ser el eje del laguna de Cuitzeo.
Patzcuaro, uno de los Pueblos Mágicos más representativos de la entidad, donde su tradicional Noche de Muertos, la gastronomía, su lago, la arquitectura y sus ocho islas, incluida Janitzio, lo han hecho un lugar emblemático.
Tlalpujahua, lugar de bellos paisajes naturales, de una importante actividad minera, se localiza el nororiente de la entidad.
Angangueo, mundialmente conocido por sus majestuosas bellezas naturales y por ser destino de la mayor migración que el mundo registra: el vuelo de la monarca.
Santa Clara del Cobre, a 30 kilómetros de la ribera del lago de Pátzcuaro, tierra de los maestros del cobre martillado y con una amplia gastronomía, donde destacan las tradiciones carnitas.
Según la Sectur federal, los criterios para otorgar el nombramiento tan como base la protección y resguardo cultural del lugar y su población, además de contar con presencia indígenas, tener legado colonial, bellezas naturales, tradiciones y guardar en su memoria hechos históricos.