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MORELIA, Mich., 31 de julio del 2014.- Por lo menos se requieren dos sexenios de arduo trabajo en Michoacán para sentar las bases de una recuperación estructural de la paz en el estado, advirtió el director del Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales (Ininee) de la Universidad Michoacana (UMSNH), José Odón García García.
En la oficina de la Dirección, dentro de las instalaciones vacías del Ininee, pues todavía no termina el periodo oficial de vacaciones, Odon García pone la sobre la mesa varias hojas impresas que reflejan los resultados de varias semanas de análisis de las estadísticas del Instituto para la Economía y la Paz, que todavía la noche de este miércoles fueron trabajadas para evitar imprecisiones en la entrevista.
Entre las hojas impresas que muestran un recorrido de la condición de paz desde el nivel mundial hasta cada caso de las entidades del país el investigador ubica a Michoacán; y éste se encuentra en el lugar 23 de 32, en el segundo bloque de entidades con mayor violencia. El primer bloque lo conforman Morelos, Guerrero, Sinaloa y Chihuahua, las entidades con mayor ausencia de paz.
En el segundo bloque se encuentra Michoacán, y lo acompañan Quintana Roo, Baja California, Nuevo León, Durango, Guanajuato, Coahuila, Distrito Federal, Colima y Tamaulipas. Cabe mencionar que la entidad con menor ausencia de paz es Campeche.
En ese momento se recuerda la situación por la que atravesó Michoacán en los últimos años: crimen organizado, violencia exacerbada, autodefensas, debilitamiento de las instituciones, crisis económica, desempleo… y se le pregunta cómo ubica a esta entidad en las tendencias mundiales de paz.
Definitivamente ubica a la entidad como una del país donde las tendencias mundiales de paz, o más bien, de ausencia de ésta, son más marcadas, aunque reconoció que le “ayuda” a Michoacán no encontrarse en el primer bloque de las entidades más violentas.
Y argumentó el caso de Michoacán: “es una entidad que tiene un alto impacto geopolítico, y en donde las tendencias internacionales son bastante marcadas. Dada su posición estratégica, su infraestructura, su vínculo con la sociedad norteamericana, Michoacán es de los estados más articulados a la dinámica de la sociedad norteamericana; dado esa cantidad de cuestiones, incluso su vulnerabilidad en los mercados externos, tanto del acero, de las frutas, le genera condiciones que se van moviendo muy cercanas a la dinámica internacional”.
En este punto se retoma que, según lo dicho por Odón García, México se encuentra en una posición divergente de recuperación de la paz, con una leve mejoría en aspectos de medición de la violencia pero sin la posibilidad de afirmar que esta tendencia prosperará durante los siguientes años, pues otros aspectos que tienen que ver con la recuperación de una armonía social se encuentran deteriorados, entre ellos, el crecimiento económico, el empleo, la seguridad social, el derecho a vivir una vida armónica y de realización de los individuos…
Y se le cuestionó si la situación nacional es comparable con la que vive Michoacán, a lo que respondió afirmativamente: “Sí, en el sentido estricto, Michoacán es muy representativo de la realidad nacional”.
De esto se derivó el cuestionar sobre el tiempo que haría falta, además de los esfuerzos, para recuperar una situación de mayor armonía y paz en el estado, a lo que contestó que se necesitan por lo menos 2 sexenios, doce años.
“A partir de esas nuevas lógicas deben de correrse por lo menos un par de sexenios, para poder empezar a ver condiciones de mayor estructuración, puede haber acciones inmediatas que mejoren las condiciones, y tenemos claro que para que se sostengan tenemos que estar esforzándonos todo el tiempo”.
Luego de advertir que Michoacán después del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se encuentra en una posición geopolítica importante, y que con el desarrollo del Puerto de Lázaro Cárdenas se aumentará todavía más la integración al mercado mundial, consideró que la entidad debe observarse como una de las pocas en el país donde las tendencias mundiales se marcarán con mayor énfasis.
Y bajo este contexto el investigador ve varias posibilidades para que en los próximos dos sexenios se trabaje para conseguir una base estructural de estabilidad y de recuperación de paz, no sin antes advertir que se requieren esfuerzos extraordinarios de parte de la sociedad civil y de las instituciones.
“En ese caso tenemos regiones pivote que pueden contribuir a aprovechar los espacios de multiplicador de la inversión que son amplios en las regiones rezagadas, tenemos espacios urbanos más consolidados que implican una lógica de mejora de condiciones alimentarias para la población, hay recientemente propuestas muy atinadas desde mi punto de vista como la agricultura urbana, y otro tipo de respuestas ciudadanas en torno a la organización de la sociedad civil para la solución de problemáticas diversas en las ciudades”, desatacó Odón García.
Desde su punto de vista, dijo, “esos son caminos muy loables y que deberían potenciarse para garantizar el abasto alimentario, el abasto al agua, el abasto a los servicios públicos, a la educación, que es muy importante el ámbito educativo, y por otro lado, una construcción de ambientes de consenso, de diálogo, de identificación de problemas, patrones y soluciones, para poder articular soluciones desde lo más local, desde lo más comunitario hasta lo más amplio del estado de Michoacán”.
Sin embargo, reiteró, es un trabajo arduo a sostener, por lo menos 12 años.