Emite PJM convocatoria para titularidad de juzgado menor
MORELIA, Mich. 23 de octubre de 2014.- Con grafitis en gran parte de su fachada, las puertas cerradas, basura acumulada y agua estancada, luce el hotel Casa Blanca, el cual fue utilizado como cuartel por la Policía Federal, durante varios años.
El inmueble, ubicado sobre la avenida Madero Poniente, justo antes del entronque con el Periférico Independencia, fue utilizado por las fuerzas federales para hospedarse desde 2006, cuando el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa declaró la guerra al crimen organizado.
El hotel, incluso sufrió un ataque en diciembre del 2009, cuando hombres armados dispararon contra el inmueble; los uniformados repelieron la agresión y hubo un intercambio de disparos que dejó como saldo un hombre lesionado.
Ante estos hechos, los vecinos de la colonia Fidel Velázquez pidieron la salida de la corporación del citado hotel, por considerar que era muy peligroso que siguieran ahí, petición que no solo no fue tomada sino que se reforzó la seguridad en el lugar.
El hotel que anteriormente era de tres estrellas, ahora se ha convertido en Motel, con servicio de 250 pesos por noche en habitación sencilla y 350 en ocupación doble, así se lee en una lona que cuelga de la fachada.
En el interior se puede observar a policías armados, dos vehículos blindados conocidos como Rinos, unidades que utiliza la PF para acciones de alto impacto.
También se pueden ver patrullas.
Aunque en el interior se aprecia movimiento, afuera no hay presencia policial, por el contrario, la basura y grafiti hacen parecer que el inmueble se encuentra abandonado.
En la azotea aún se encuentra un techo instalado de manera provisional para el policía que estuviera de guardia, en el sitio tampoco hay movimiento.
Quadratín buscó alguna persona para pedirle informes; sin embargo, en el lugar no había forma de comunicarse con las personas que se encontraban en el interior. A decir de los vecinos sólo opera como Motel y ha dejado de funcionar como hotel.
Al preguntar a los vecinos que si el lugar estaba abandonado, algunos no quisieron responder, otros sólo especificaron que había en el interior policías federales.
Los hoteleros michoacanos han externado que la PF debe millones de pesos en hospedaje y alimentación, pero se desconoce si el Motel Casa Blanca sufre de adeudos por parte de la corporación.
El inmueble, además de grafiti, no luce atractivo para hospedarse, hay basura y algunos vehículos que se presume son de los empleados que aún prestan servicios en el lugar.
Lejos de que la presencia policial en el interior provoque seguridad, las bardas del inmueble hacen parecer abandono por el grafiti que prácticamente cubre toda la fachada, ahí y en las viviendas aledañas.
Ya no quedan señales de las balas de aquel enfrentamiento, aunque a decir de los vecinos eso fue fundamental para que la gente dejara de hospedarse en el lugar o simplemente la presencia de policías evitaba que no fuera elegido.