Las matemáticas, un estigma social aceptado y hasta justificado
LA HUACANA, Mich., 20 de agosto de 2014.- Al Colegio de Bachilleres de esta localidad no sólo acuden adolescentes brillantes como los que ubicaron a ese plantel entre los mejores del país, también los hijos de los capos, algunos de ellos consumidores de drogas, reconoció el director del plantel, Carlos Villegas Sánchez
“Es un asunto delicado y complejo, estamos en el centro de la zona más difícil de la Tierra Caliente, de la zona más conflictiva, tenemos alumnos que son hijos de personas que están metidas en grupos violentos, armados.
“Ellos entendieron que no hay una intromisión directa de nuestra parte y han sido muy respetuosos, cuando se han dirigido con nosotros por cuestiones específicas, es malo decirlo, pero inclusive, una vez, para bajar un helicóptero; son situaciones en las que tienes que dar una respuesta, pero son respetuosos”, insistió.
El joven director señaló que esas circunstancias inciden en la deserción escolar ya que muchos alumnos ya no siguen estudiando porque para ellos su plan es volverse parte de esos grupos armados debido a que, desafortunadamente, la educación no ha cumplido con el papel que dicen debía cumplir, el de ser una palanca para ascender socialmente, pero no ha pasado así, ha sido un sueño incumplido.
“En este problema que se ha dado (con los Caballeros Templarios) muchas personas se han dado cuenta de que es una forma de mejorar sus condiciones de vida y buscan la manera de traer una camioneta nueva, mucho dinero en la bolsa, tener un estilo de vida bonito; algunos chiquillos, yo los he oído y a mí me duele mucho, pero dicen, no importa que viva poquito pero como rico”.
Algunos ni a eso llegan porque desde muy jóvenes se aficionan a las drogas; comienzan desde niños, a los 12 años ya toman y fuman y abren puertas a drogas más fuertes, señaló Villegas Sánchez, en entrevista realizada en su oficina, la cual tiene las puertas de par en par para evitar sofocarse ya que no cuenta con ventilador.
“Sí hemos tenido problemas y muchas veces lo notas en el cambio físico; de pronto conocíamos jóvenes grandotes, fuertes y, con el paso de los días, vas viendo cómo se van poniendo delgados y esos jóvenes que eran ejemplo del trabajo físico, ahora son unos esqueletos que caminan… ha sido complicado tratamos en primer lugar la parte humana, es decir, yo trato de ayudar y busco la manera, tengo orientadores vocacionales y los canalizo y hemos rescatado a muchos pero también hemos perdido a muchos”, lamentó.
Es por eso que la política de la institución es de cero tolerancia tanto para acciones violentas como de drogas, aunque antes de expulsar a los alumnos se procura el apoyo de los padres, con quienes, asegura Villegas Sánchez tiene una relación cordial porque únicamente los cita a tres reuniones semestralmente para entrega de calificaciones y solo les pide cooperación en dos ocasiones, para la inscripción y la compra de 2 boletos para el sorteo Cobaem.
Este entorno no impide al directivo sentirse “como globo inflado” por el promedio de 9.1 que los alumnos del plantel obtuvieron en la prueba ENLACE, con el que su ubicaron en el tercer lugar nacional entre las mejores escuelas de educación media superior del país.