Basura electoral contamina Michoacán; detecta INE 134 casos
ZITACUARO, Mich., 19 de octubre de 2014.- Control y destierro de gran parte de la delincuencia organizada son los más importantes logros en poco más de nueve meses de gestión de Alfredo Castillo Cervantes como comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán.
Juan José Rangel Martínez, autor del libro “Lo dice un policía sin perfil” y ex comandante de Policía Federal, declaró lo anterior a Quadratín, tras considerar que ambos avances podrían ser la punta de lanza para establecer un estrategia de seguridad pública de mediano plazo que permita abatir de raíz el problema de la inseguridad.
En una conversación de casi una hora de duración, Rangel Martínez pone el acento en los temas que, desde su experiencia como policía, deben ser considerados para encarar con éxito y en un lapso de doce años los múltiples conflictos que afectan a la entidad.
“Se dice que el Mando Policial Unificado ya inició operaciones en gran parte de Michoacán, pero eso es únicamente una declaración de forma.
“Hasta el momento no hay señales de que todos los integrantes de ese mando estén plenamente coordinados.
“Solo hubo remplazo de funcionarios en puestos de mando, pero ello no implica todo. Es imprescindible que se tenga pleno conocimiento del tema de seguridad pública para actuar con precisión y atingencia”.
Para que esta empresa sea eficaz será necesario contar con policías de proximidad verdaderamente imbuidos de todas las problemáticas que hay en las áreas bajo su responsabilidad y ello está aún lejos de ser una realidad, añade.
Cierto, hay policías de proximidad pero sólo conocen físicamente el espacio donde se mueven y no están involucrados con los problemas de inseguridad que hay en la zona ni mucho menos con la población.
Rangel Martínez sostienen que la capacitación de esos uniformados debe ser replanteada y considerar la cercanía con la ciudadanía y el conocimiento pleno de las problemáticas sociales de esas áreas. Ello, abunda, permitiría ubicar desde sus orígenes conflictos que pueden derivar en un estallido.
Destaca que esa tarea de adiestramiento se complica cuando en los mandos superiores hay personal que no tiene un conocimiento firme de los temas de seguridad pública.
¿Cómo se va a dar a los subordinados una orden correcta y calificar su observancia cuando la cabeza desconoce estos temas?
Aquí hace una anotación al mencionar que los problemas de seguridad pública comenzaron a desbordarse luego de que a puestos clave o de mando de instituciones federales en la materia llegaron civiles sin experiencia alguna.
Hay que corregir el rumbo y, sobre todo, impulsar un plan de doce años de duración que tenga como soporte la educación en escuelas primarias, secundarias y hasta el bachillerato.
Padres, maestros e hijos deben ser parte de un trinomio para fortalecer los valores éticos, morales y cívicos, de manera tal que en una generación esos principios sean una realidad y ello se refleje en un respeto pleno del estado de derecho, resalta Rangel Martínez.
Un factor fundamental para que esa meta sea más sólida es la participación de los mismos policías, como instructores o guías, en las clases del respeto a las leyes, remata.