Cuidan mujeres a 3 de 4 personas en situación vulnerable
MORELIA Mich., 26 de noviembre de 2014.- Hemos llegado un punto en la vida política de nuestro partido que no tiene vuelta atrás, la reflexión política no puede posponerse y hay que tomar decisiones. Debemos reconocer que en los últimos años hemos renunciado a ser un partido duro de oposición desde la izquierda, para convertirnos en un partido de acuerdos y acomodos, de cuotas de poder y facciones internas llamadas corrientes que han cancelado la iniciativa individual o del militante, dando paso al control de estas corrientes en todos los espacios de dirección partidaria y de las candidaturas a puestos de elección popular.
Según un comunicado, peor aún nos desdibujados de los grandes temas del debate nacional y llegamos al punto de signar pactos con el poder, que confunden a nuestra militancia y nos ponen en la misma condición política que los partidos de derecha (PRI-PAN) en la opinión de los ciudadanos. Por sí fuera poco en los lamentables hechos ocurridos en Iguala Guerrero, donde siguen desaparecidos 43 normalistas y fueros asesinados 3 más, hay una responsabilidad compartida entre los tres niveles de gobierno, de los cuales el municipal y estatal fueron emanados del PRD.
En este contexto se da el día de ayer la renuncia del Ingeniero CuauhtémocCárdenas Solórzano, quien fundo nuestro instituto político, quien además es un parteaguas en la vida democrática de nuestro país, México fue uno antes del 1988 y otro después, el PRD desde su fundación en 1989 fue la principal línea de oposición desde la izquierda y conquisto gobiernos municipales, estatales, representación en los congresos de los estados, en las cámaras baja y alta del congreso de la unión, con rapidez y fuerza como ningún otro partido de resiente creación en sus primeros 25 años de vida.
El Ingeniero Cardenas no sólo encarna el ideario cardenista, sino que es en esencia los principios y fundamentos por los cuales se formó el partido, lo he escuchado en otra palabra estos días es el “alma” de nuestra organización.
Por eso su renuncia tengo que reconocerlo me hizo pensar de manera inmediata, como reacción natural en renunciar yo también, ¿qué caso tendría estar en un cuerpo sin alma?, ¿qué banderas políticas podríamos alzar?, ¿qué haríamos sin el padre del nuestro movimiento?. Recuerdo el día en que el ingeniero me acompaño a ser campaña siendo candidato a presidente municipal en Zacapu, acerté preguntarle ¿ingeniero sí gano, que consejo me da para gobernar bien?. Me dijo: “es sencillo escucha a la gente y se honesto?. Después dije en mi discurso que mientras tuviéramos a Cárdenas había PRD para rato. Hoy eso ya no es posible.
Ante esta circunstancia se cimbro el partido, cada quién está tomando su decisión en lo individual, algunos de manera colectiva. Pero aunque el partido está herido vale la pena salvarlo, yo me quedo a militar en el PRD y a seguir dando la batalla por un país más justo, con mejores condiciones de vida para sus ciudadanos, un país donde aspiremos a vivir felices, me quedo no por los dirigentes nacionales o estatales, tampoco por mis líderes de corriente en lo local o nacional, no me quedo por que yo mismo sea dirigente, ni siquiera por ambiciones personales presentes o futuras.
Me quedo por estoy convencido de que está organización sigue siendo una herramienta de cambio para el pueblo de México, que aunque tiene contradicciones internas, también a sido fundamental para la transformación de la nación, me quedo por que a lo largo de 13 años de militancia aquí he encontrado muchos amigos de corazón, también he tenido adversarios dignos que me han enseñado mucho, me quedo por que aquí he encontrado grandes amores y vivido grandes desilusiones, me quedo por que en el PRD he vivido la humanidad al máximo. Me quedo por que aquí he tenido las mejores experiencias de vida positivas y negativas, aquí he podido palpar la mayor bondad de las personas y también la perversión, me quedo por que entendí que el alma de una organización tan grande como es el PRD no está en una sola persona, ni siquiera en un grupo de notables, el alma del PRD está en cada uno de sus militantes, el alma del PRD está en doña Raquel Maldonado de la colonia Mujica en Zacapu, está en nuestro compañero Juanito de Cuitzeo, está en nuestra amiga Genoveva de Mujica, está en nuestro joven dirigente Andres Pay en Coaguayana, está en nuestra amiga Sonya de Lázaro Cárdenas, está en nuestro amigo Pedro Hernandez de Uruapicho en la meseta purépecha, está en nuestra compañera Elenita Osorio de Zitacuaro o nuestro amigo don Agustín que cuida las oficinas del partido aquí en la capital del estado.
El alma del PRD somos todos un gran cuerpo en movimiento y nuestra banderas deben de ser las que luchen por un bien vivir de los mexicanos, por educación pública, salud pública, seguridad pública confiable, esparcimiento social, por el desarrollo: económico, cultural y académico.
Es decir el cúmulo de elementos que hacen a las sociedades felices, debemos luchar por el amor al planeta Tierra como principio de vida, por los pueblos originarios de todas las etnias y culturas, por el amor a los recursos naturales de nuestro país, por el orgullo de ser mexicanos y por que nadie nos robe nuestra mexicanidad, por la solidaridad con los pueblos del mundo, por que la tecnología puede estar al alcance de todos, por que el conocimiento no sea propiedad privada sino universal.
Hay tantas banderas y cosas por hacer desde nuestra organización política para cambiar al país y al mundo, que podemos hacer de todo menos quedarnos quietos. Ya otros dieron sus batallas, ahora nos toca a las nuevas generaciones, recibamos con responsabilidad histórica la estafeta y hagamos lo que nos toca, yo no se sí lo hagamos bien o mal, pero háganoslo con el corazón. Ante la orfandad política nos tenemos a nosotros mismos, la fuerza vendrá del interior, hay que vernos nos sólo como compañeros sino como hermanos de partido y vallamos codo a codo a dar las batallas juntos. Seamos felices reconozcamos a los que estuvieron antes que nosotros y ya nos están, también a los que decidan dejar de transitar con nosotros, los caminos son muchos y en ocasiones se vuelven a juntar. No renunciemos a la autocrítica, a corregir errores y sigamos avanzado, el camino es largó recién comienza…..hasta la victoria siempre.
Atentamente
Juan Pablo Puebla Arévalo.