Cárceles vacías: retos del Sistema Penal Mexicano
Varias encuestas de opinión pública colocan a nivel nacional al PRI en el primer lugar de las preferencias electorales de la población con más del 32 por ciento, no ocurre lo mismo en Michoacán donde este partido de haber obtenido una mayoría el año 2011, llevándose así la gubernatura, tres años después se ha colocado en el tercer lugar entre la preferencia de los electores. Una encuesta reciente levantada del 27 al 29 de julio pasado, en la que se efectuaron 1,245 entrevistas en 83 puntos de levantamiento de los distintos municipios de la entidad, utilizándose un muestreo aleatorio simple, consultándose a personas mayores de edad y teniendo como base las secciones electorales, nos indica que si en esas fechas se hubieran celebrado elecciones para gobernador, el PRD hubiera obtenido el 24.45 por ciento, el PAN el 23.50 por ciento y el PRI el 21.71 por ciento, destacando que MORENA obtendría un 4.03 por ciento colocándose ya este nuevo partido como la cuarta fuerza electoral en el estado y desplazando así a MC, PT, PVEM y PANAL, ninguno de los cuales alcanzaría según este sondeo el mínimo del 3 por ciento que la nueva ley electoral exige para mantener el registro, el 18. 37 por ciento contestó que aún no ha decidido por quien podría votar.
En la pregunta de ¿Por cual partido definitivamente no votaría usted?, el PRI obtiene el 28.44 por ciento; el PRD el 25.38 por ciento y el PAN el 21.15 por ciento, lo que nos indica que el partido gobernante en el estado es ahora el organismo político más rechazado entre la población michoacana, casi una tercera parte del electorado no estaría dispuesta a votar por quien sea designado candidato(a) a gobernador del tricolor. Es indudable que tal rechazo, es el resultado de todo lo que la sociedad se ha estado dando cuenta respecto a la grave conducta de varios funcionarios emanados de ese partido político, no solamente por la cantidad de videos en los que se exhiben a destacadas personalidades de ese instituto, sino también por la evidente incapacidad que mostraron desde el inicio del actual período del gobierno estatal para enfrentar con algún mínimo de resultados la aguda problemática por la que ha estado atravesado la entidad, derivado de lo cuál, como todos sabemos, tuvo que intervenir La Federación, por que de no haberlo hecho, quien sabe que hubiera ya ocurrido, a estas alturas, con nuestro estado.
Pero ¿a quien beneficia la caída del PRI michoacano?, si partimos del hecho en el cual el Gobierno Federal, al no tenerle ninguna confianza a la clase política local, particularmente a la clase dirigente de ese partido,-de otra manera no la hubiera desplazado y prácticamente borrado de la estructura gubernamental-, al sentirse esta relegada, arrinconada y alejada de todo espacio de decisión, por supuesto sin expectativas de acceder a algún cargo de elección popular el próximo año, buscará parte de esta, refugio en otras expresiones políticas fuera de su partido, de cara al proceso. Muchos líderes priistas resolverán, si no formalmente, si de facto, cobrarle caro al gobierno de su partido, tal humillación y la gran ofensa que les han infligido. Los mas conservadores del tricolor podrían estar con la idea de que el candidato(a) del PAN sería una buena opción; o bien los otros aquellos con un pensamiento mas progresista y liberal, estarían pensando seriamente en apoyar al candidato mejor posicionado del PRD.
Es tal el agravio y el acoso de que ha sido objeto el priismo michoacano por parte de La Federación, que no son pocos los dirigentes, los que desean el que mejor gane un partido distinto al que militan, pero que no terminen saliéndose con la suya aquellos que han venido a la entidad a ningunearlos y a degradarlos como lo han estado haciendo, a unos mandándolos a la calle y a otros mandándolos a la carcel. No podría ser de otra manera, nadie podría concebir que tal indignación no traiga consecuencias político-electorales el año que entra, de no ser así, estaríamos frente a una clase política priista, que de plano no tiene una pizca de dignidad y que ha perdido toda vergüenza. Finalmente debemos reconocer que muchos militantes y líderes de ese partido son políticos limpios, honestos y que sus intenciones son las de trabajar por el bien de nuestra entidad, no todos pueden ser señalados como narcos, no todos pueden ser acusados de tener nexos con la delincuencia. Ya veremos que están dispuestos a hacer estos para limpiar la deshonra de que han sido objeto.