A crecer la familia
Mi Santias, el compromiso fue dejar la crítica durante la semana Santa, pero se me cuecen las habas por ladrar contra los corruptos y vende patrias, y no duermo bien nomás del nervio…
S- ¿Qué te digo, perro?, compromisos son compromisos.
R- auuu, pues sí, así que antes de morderme la lengua por la tensión, mejor comparto una reflexión que mandó mi cuate Rébora a mi perromail:
Buenísima pregunta de un fumador:
Si ponen imágenes de muerte en paquetes de cigarrillos para que dejemos de fumar ¿Por qué no ponen fotos de niños obesos en envases de Mc´donald?, ¿por qué no ponen fotos de animales torturados en productos cosméticos?, ¿por qué no ponen fotos de víctimas de conductores ebrios, en botellas de cerveza, vino, ron, etc.?, y sobre todo: ¿Por qué no ponen: fotos de políticos sinvergüenzas, deshonestos y ladrones, disfrutando de nuestro dinero, en la pagina y/o el sobre de los comunicados de las declaraciones de impuestos?,… aunque esto último lo entiendo, quizás no habría espacio para todos y eso sería discriminatorio.
S- Ya en esas de compartir correos, ¿qué te parece este, perro?, Dado que estamos en la semana mayor, los dejaré en paz con cuestiones de corrupción, inseguridad, mentiras y moches de políticos sinvergüenzas que se jactan de ser salvadores de la patria, pero no callaré sin compartir la sabiduría sobre el tema que me ha llegado por Internet:
DÉJAME DORMIR, MAMÁ
Hijo mío, por favor, de tu blando lecho salta.
Déjame dormir, mamá, que no hace ninguna falta…
Hijo mío, por favor, levántate y desayuna.
Déjame dormir, mamá, que no hace falta ninguna.
Hijo mío, por favor, que traigo el café con leche.
Mamá, deja que en las sábanas un rato más aproveche.
Hijo mío, por favor, que España entera se afana.
¡Que no! ¡Que no me levanto porque no me da la gana!
Hijo mío, por favor, que el sol está ya en lo alto.
Déjame dormir, mamá, no pasa nada si falto.
Hijo mío, por favor, que es la hora del almuerzo.
Déjame, que levantarme me supone mucho esfuerzo.
Hijo mío, por favor, van a llamarte haragán.
Déjame, mamá, que nunca me ha importado el qué dirán.
Hijo mío, por favor, ¿y si tu jefe se enfada?
Que no, mamá, déjame, que no me va pasar nada.
Hijo mío, por favor, que ya has dormido en exceso.
Déjame, mamá, que soy diputado del Congreso y si falto a las sesiones ni se advierte ni se nota. Solamente necesito acudir cuando se vota, que los diputados somos ovejitas de un rebaño para votar lo que digan y dormir en el escaño.
En serio, mamita mía, yo no sé por qué te inquietas si por ser culi parlante cobro mi sueldo y mis dietas.
Lo único que preciso, de verdad, mamá, no insistas, es conseguir otra vez que me pongan en las listas. Hacer la pelota al líder, ser sumiso, ser amable y aplaudirle, por supuesto, cuando en la tribuna hable. Y es que ser parlamentario
fatiga mucho y amuerma. Por eso estoy tan molido.
¡Déjame, mamá, que duerma!
Bueno, te dejo, hijo mío. Perdóname, lo lamento. ¡Yo no sabía el estrés
que produce el Parlamento!
Fray Junípero (1713 – 1784) Religioso franciscano español.
Cualquier parecido con la realidad política mexicana, es pura coincidencia.
¡Descansen y disfruten a sus familias a los días santos!
Un saludo, una reflexión.