El teatro de Huerta y Ferreyra

Afortunadamente aún no pierdo la capacidad de asombro, menos cuando se trata de política, esto porque los actores políticos y aquellos que aspiran al poder son capaces de hacer cualquier cosa con tal de salir en los medios de comunicación y por ganar simpatías entre la ciudadanía, son capaces de crear obras teatrales y dar muestras de histrionismo.

En el caso de Adrian Huerta Leal, presidente de la COPARMEX, sus dotes actorales no son nuevos. En semanas pasadas se filtró que el empresario había logrado la bendición para ser el candidato de ese partido al Gobierno del Estado por parte de Cesar Camacho Quiroz, presidente nacional del PRI. A la postre Camacho desmintió tal aseveración, señalando incluso que “no lo conocía”, lo cual obligó al dirigente de la COPARMEX a señalar que él nunca había realizado esa aseveración, dejando la interrogante ¿por qué no lo hizo antes del desmentido de Camacho? La respuesta es sencilla, fue Huerta quien filtró la información y dio la cara hasta que lo desmintieron.

El día de ayer, el Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo del Estado (STASPE), realizó una manifestación-bloqueo en la ciudad de Morelia, lo cual provocó caos vial y el enojo de miles de ciudadanos. El motivo de la protesta sindical versaba principalmente en la mejora de las condiciones salariales y pagos pendientes de diversas prestaciones; en el caso de otros sindicatos que se sumaron como los del ICATMI fue por la falta de pago de aguinaldo, pese a que la federación ya depositó al gobierno estatal los recursos para cubrir esa obligación. También participaron otras organizaciones como la conocida ATEM.

Desde muy temprano por la mañana, los afiliados al STASPE y su propio dirigente informaron en redes sociales y en medios de comunicación, que la manifestación-bloqueo duraría solamente hasta las tres de la tarde, es decir, ya tenían planeada la hora de retiro. Por otro lado, exactamente a las 10:47 horas, el presidente de la COPARMEX, Adrian Huerta Leal, se pronunciaba sobre la manifestación, anunciaba en Twitter “En este momento ya estamos en busca de soluciones”.

Los tuits del empresario michoacano robaron mi atención, me llevó a pensar que suplantó las funciones de Jaime Dario Oseguera, Secretario de Gobierno (a quien dejó mal parado), me obligó a cuestionar ¿qué tiene que hacer Huerta arreglando conflictos exclusivos del Estado? Cerca del medio día, Huerta publicó nuevamente en redes sociales que se encontraba en reunión con Antonio Ferreyra Piñón, dirigente del STASPE, a quien le estaba solicitando “levantar” la manifestación.

Por la tarde, se difundió en redes sociales y en medios de comunicación un video sobre la reunión referida, donde se escucha al empresario explicar que le solicitó al dirigente sindical levantar la manifestación, ello por las afectaciones económicas que genera; asimismo, se escucha a Ferreyra señalar que levantarán la manifestación a las 15:00 hora, en virtud de la petición de Huerta.

Quiero señalar nuevamente que desde muy temprano por la mañana, antes de la reunión del comerciante y el líder sindical, los integrantes del STASPE informaron que se levantarían a las 15:00 horas, por lo que los dichos de que Huerta lo solicitó y Ferreyra lo aceptó, evidencian que era un plan previamente consensado entre ambos personajes, pero que no supieron controlar para que transitara por verdad y como un logro del empresario, es decir, les falló el guion.

Desde el día de ayer, posterior a la reunión entre ambos personajes, diversos medios de comunicación compraron el teatro montado, presentan en sus notas a Huerta como “el salvador”, sin embargo, reitero, existen elementos suficientes para señalar que era un plan entre Huerta y Ferreyra.

Por otro lado, el argumento utilizado por Huerta respecto a las afectaciones económicas, en lo personal resulta simplista y ausente de un análisis serio sobre  la economía local. El dirigente de la COPARMEX debe saber que el principal empleador en la entidad es el gobierno, y que la falta de pagos a la burocracia afecta de manera directa al consumo interno, golpeando por consecuencia a las empresas, es decir, la falta de pagos daña más la economía de lo que pudiera afectar la manifestación.

Considero que si hubiese existido seriedad en el asunto, lo que debió demandar Huerta son los pagos a los empleados, para que estos puedan ir a gastar a las empresas. En esta época y en las condiciones deplorables en las que está la economía estatal, los aguinaldos, prestaciones y salarios ayudan a reactivar la economía, Huerta como empresario lo sabe, sin embargo, usó el discurso fácil y el que sin ser correcto le ayuda a ganar simpatías, lo que muestra la sofistería con la que se conduce el referido.

El desarrollo de la trama del día de ayer me muestra el teatro montado y los malos actores que son Huerta y Ferreyra, el primero amigo personal de Alfredo Castillo Cervantes y el segundo amigo y colaborador de José Trinidad Martínez Pasalagua. La obra protagonizada resulta lastimosa y ofensiva, está claro que utilizaron las necesidades de la clase trabajadora, utilizaron a otros sindicatos y organizaciones que solidariamente se sumaron, más aún, la ambición por el poder fue la causante del caos vial del día de ayer.