Interpondrá Gobierno de Morelia denuncia por intentos de extorsión
MORELIA, Mich., 16 de abril de 2015.- Lo que parece ser una frontera divisora entre dos naciones, es únicamente el contraste social que diferencia a la zona ostentosa de Altozano, y la marginada tenencia de Jesús del Monte.
Mientras del lado de la opulencia la gente disfruta de ir de compras a la plaza de Altozano y aprecia de una inmejorable vista desde sus domicilios; los vulnerables habitantes de la tenencia Jesús del Monte viven al día, arriando vacas y trabajando en la cada vez más reducida industria tabiquera de la demarcación.
Estas diferencias sociales son tomadas a favor y en contra por los comuneros de la tenencia, algunos aprueban que la mancha urbana carcoma sus territorios, y otros, la mayoría, se oponen a que el crecimiento de los lujosos fraccionamientos se apoderen de sus cada vez más reducidos espacios.
Miguel Ángel Calderón, quien es dueño de una farmacia en Jesús del Monte, manifestó su contrariedad a la “invasión de Altozano en su demarcación”, debido que desde su postura, esto ha ocasionado que los jóvenes de la yenencia se limiten a aspirar a “mediocres empleos, mal pagados, y que los incentivan a no estudiar y a no ampliar sus horizontes de vida”.
“La mayor parte de la gente de acá que se va a trabajar a Altozano aspiran a trabajos de construcción y la mujeres a ser trabajadores domésticas”.
Explicó que el abandono del ayuntamiento moreliano, provocó que los ejidatarios de Jesús del Monte, carentes de oportunidades de crecimiento, vendieran sus tierras a los grandes inversionistas.
La señora Raquel Velázquez Mier aseveró que con el desarrollo infraestructural en la tenencia de Jesús del Monte se ha afectado la tranquilidad que los colonos algún día tuvieron.
“El ruido de los carros, camiones y la contaminación nos afecta, ellos tienen todo de su lado, lujos, carros y mansiones; nosotros acá pagamos las consecuencias de sus desastres”.
Por otra parte, Gloria Machado aprobó el crecimiento infraestructural en su zona de vivienda, por considerar que con ello, se han potencializado sus fuentes de empleo.
“Yo no puedo ir a buscar trabajo porque nada más tengo la secundaria, pero si he visto que vecinos ya tienen trabajo formal”, aseveró.
Pese a su postura reconoció que con el desarrollo generado en Altozano, las tabiqueras de su demarcación se han limitado a expansión, y las grandes constructoras las han absorbido.
Conforme avanza la mancha urbana carcomiendo tierras de la Tenencia Jesús del Monte, los comuneros mantienen una postura de contrariedad al crecimiento urbano, sin embargo, demandan mejores condiciones de vida para poder hacer frente al crecimiento de la capital michoacana, en su búsqueda de poder mantener su título como comuneros de la Tenencia Jesús del Monte.