Ni Capula ni Santiago Undameo han pedido autogobierno a Morelia
MORELIA, Micho., 16 de abril de 2015.- Entre temor y rejas de protección viven los propietarios de comercios del norte de Morelia, en colonias como Tierra y Libertad, Jardines de Guadalupe, Eduardo Ruiz y Leandro Valle, debido a la incidencia delictiva que no baja en la zona, de acuerdo con testimonios dados a Quadratin de parte de quienes habitan la zona, quienes aseguran que ya han hecho infinidad de denuncias sobre el tema y las autoridades han dado poca respuesta.
A decir del señor Juan Reyes Gaona, habitante de la colonia Jardines de Guadalupe y dueño de una tienda de abarrotes que permanece cerrado con rejas para evitar que posibles ladrones ingresen a su negocio y la cual tiene ocho años, criticó que no haya ningún tipo de monitoreo de la autoridad: “De vigilancia pues no tenemos porque yo nunca he visto ninguna (patrulla), antes había un vigilante pero de todos modos había robos en casas”.
Pese a esta situación indicó que los colonos no han integrado alguna solicitud para que las dependencias de seguridad apoyen a mejorar la zona pero desconoce por qué, aunque lo atribuye a la apatía de las autoridades de responder los casos.
Más adelante, cerca de esta colonia se ubica Tierra y Libertad, que es identificada por la ciudadanía como una de las más conflictivas en la ciudad. Con tono molesto, rostro desencajado y cierto recelo de responder, el propietario de una panadería, quien prefirió omitir su nombre por razones de seguridad, aseveró que las cosas lamentablemente no cambiarán y aunque varios locatarios recurrieron a la contratación de elementos privados que realicen rondines y evitar más atracos, no han percibido baja en delitos.
Incluso asegura que a plena luz del día han asaltado a estudiantes, principalmente jovencitas del Conalep, a quienes les roban celulares y todo tipo de objetos de valor. En este sentido, vecinos coincidieron en que los maleantes solo roban a quien no conocen, pues a los habitantes de estas calles ya los ubican y no los asaltan.
Respecto a la opinión que la gente tiene de este asentamiento, el dueño de una tienda de abarrotes identificado como Alejandro Luna, quien lleva más de 20 años viviendo en esta zona, refirió que aunque la seguridad no es buena no ha tenido incidente alguno y comprende que la gente no salga o se acerque por temor.
Indicó que él percibe una carencia de seguridad: “Ha disminuido un poco pero no como uno quisiera; nos hace falta más seguridad, más vigilancia; cuando en su momento venían los operativos por parte de los militares estuvo bastante tranquila esta zona, dejaron de venir y se volvió otra vez a elevar la inseguridad”.
Aseguró que él comprende que la gente de otras colonias no salga o se acerque a esta por temor y la identifique como las “peores” de Morelia: “Nos tienen marginados las mismas personas de otras colonias que se sienten totalmente inseguras al acercarse aquí; nos lo han dicho igual taxistas que dicen ‘a ese lugar ni quisiera ir porque sí es muy conflictivo’; igual hay en esta calle una parte donde se agarran a pedradas y tienen razón”.
En esta situación está la señora Martha López, encargada de una farmacia, quien criticó que la zona sea de las olvidadas y aunque sí pidió más seguridad, agradeció que hasta el momento la violencia no la haya alcanzado a ella ni a su familia: “Confía uno en la Providencia de Dios, porque luego suceden las cosas y la Policía llega hasta que ya sucedieron; yo no contrato seguridad privada, ¿con qué dinero?, hay quienes sí tienen posibilidad de ello, pero hay otros que no”.
Indicó que hay falta de comunicación entre los colonos, pues aunque se han realizado reuniones, no hay propuestas de la gente para mejorar esta condición. Este aspecto, dijo, ha mermado las ventas en su negocio y provoca inestabilidad en su economía, por ello hace un llamado a que las autoridades hagan lo posible por procurar mejor seguridad, tranquilidad y desarrollo de las colonias.
María de Jesús Hernández, quien vive en la colonia Eduardo Ruiz, y transita por Tierra y Libertad, comentó que hay mucha inseguridad y falta de policías recorriendo la zona: “Hay inseguridad, hay asaltos; policías no hay a ninguna hora, una vez que tuvimos un problema, una señora tenía un problema con su hijo y llamamos a la patrulla y tardó casi dos horas en llegar”.
Pidió que por lo menos se les asignara un velador, que hasta el momento no hay, y que ella cuando sale de su casa lo hace con temor, pues de madrugada acude a la lechería y termina sus actividades hasta pasadas las 23:00 horas, que en oscuridad el miedo aumenta: “Yo salgo en las mañanas temprano a la leche y sí salgo con miedo porque me toca irme a las 6 y media y voy viendo a ver dónde me sale alguien por allí y me quiere quitar lo que traigo; cuestión de los muchachos, hay mucha delincuencia también deben atenderse”.
Piden mejores empleos
Además de mejorar la vigilancia y la seguridad, la señora Martha López, encargada de una farmacia, sugiere que el gobierno se centre en generar fuentes de empleo, ya que considera que este asunto no es bueno y a su vez genera aumento de la delincuencia, para lo cual pide que haya más programas sociales que contribuyan al rescate del tejido social y a que cada vez menos jóvenes caigan en el vicio de las drogas.
El clamor es general, gran parte de la ciudadanía pide seguridad policial y empleo para que poco a poco las cosas mejoren no solo en esta zona, sino en todo el municipio.
Manchan la imagen urbana
Alejandro Luna, habitante de la colonia Tierra y Libertad, que otro de los problemas que priva en la colonia es el grafiti, pero dijo que esto no se reporta porque la mayoría de la gente prefiere evitarse problemas con los hampones que rayan las paredes, y en un recorrido se observó una gran cantidad de pintas en paredes tanto de casas como de negocios y bardas de terrenos.
Aseguró que él tiene identificados a algunos que grafitean, pero no emite denuncia para no provocar problemas en la ya de por sí conflictiva colonia, y a decir de los entrevistados, a pesar de esta cuestión no piensan en cambiar de hogar, en primera porque ya se acostumbraron a este conflicto y en segunda, por falta de recursos.