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MORELIA, Mich., 8 de marzo de 2015.- Con una bata blanca como parte de su vestimenta diaria que cuelga como acto sistemático, casi aprendido sobre la silla de su escritorio; inmersa entre microscopios, un laboratorio que ha convertido casi en su hogar y cubículos de cuatro por cuatro donde trata de encontrar una respuesta a la cura del cáncer a través del estudio de compuestos de plantas, trabaja en un edificio de la Universidad Michoacana la doctora Rosa Elva Norma del Río Torres; investigadora titular B del Instituto de Investigaciones Químico Biológicas (IIQB) del laboratorio de química de productos naturales, quien parafrasea a una de sus colegas y asegura que “sobresalir en el rubro de la ciencia, no es cuestión de género sino de talento”.
Con un gusto por la química que empezó desde su infancia e influenciada por su padre; la investigadora ha dedicado más de 25 años a la realización de diversos proyectos de investigación donde fueron mujeres también las que impulsaron su carrera en este campo, entre ellas Esther García Garibay, directora del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología (CECTI) así como la también investigador Elena Román Marín con quien se inició en este ámbito.
Y es que siendo una de las féminas destacadas en el rubro en la entidad, comparte la dificultad que para las mujeres es jugar el triple papel de ser profesionistas, amas de casa y cuidar de los hijos; aunque en su caso… dice sonriendo, “eso creo que me facilitó el camino porque no tengo familia; pero creo que aunque sigue habiendo menos mujeres en la investigación, esto no es cuestión de género sino de talento”, dijo.
Su vida como la mayoría de los mortales, inicia a las 9:00 horas cuando imparte clases en maestría, doctorado y licenciatura, pero además se da tiempo de pasar horas y horas en el laboratorio y si lo recuerda se hace espacio para comer, ahí en ese espacio que ha ido convirtiendo en su hogar.
Con varias publicaciones a nivel internacional, actualmente la doctora Del Río Torres, realiza un estudio de plantas del género de la salpinea, conocidas como cascalote o frijolillo, enfocada en un aislado de compuestos nuevos de las plantas en conde próximamente aplicará muestras a fin de conocer si se trata de elementos anticancerígenos o antibacteriano.
Sin embargo, anticipó que para poder hablar de una posible cura a esta mal que aqueja de manera importante a la humanidad tendrían que pasar por lo menos 15 años más, “es complicado, hay un medicamento exitoso, el taxol este compuesto viene de un árbol, pero para estos estudios son muchas etapas, y uno nunca deja de investigar, hay que estar en la búsqueda de nuevos compuestos, es aventurado decir que habría opción de cura pero se buscan posibilidades”, señaló.
Como miembro del Sistema Nacional de Investigadores, la investigadora urgió en la necesidad de que organismos como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología apoyen más a proyectos de Universidades de Provincia y proyectos de ciencia básica.
Con una reconocida trayectoria en el ramo de la investigación, Rosa Elva del Río Torres conminó a los jóvenes y mujeres a interesarse por este tipo de estudios, al señalar que “querer es poder, la oportunidad está para todos, que luchen que lo intenten, ya hay becas en mi tiempo no las había, es cuestión de gusto”.
Finalmente desmitificó el dicho de que todos los investigadores son “ratones de laboratorio y no disfrutan de la vida al defender que “el trabajo se hace por gusto y por pasión, estoy feliz aquí, aquí como, no es sacrificio no ir a una fiesta, para todo hay tiempo, uno se programa, disfruto de la vida, todo se puede, ha valido la pena, quizá estoy alejada de la familia pero el que esté en el Sistema Nacional de Investigadores, que tenga alumnos, que haya publicado, es para lo que uno trabaja y el sueldo es bueno” aseguró con risa y satisfacción en el rostro por los 25 años de ser mujer investigadora.