Con encuentros pedagógicos, buscan consolidar educación ambiental
MORELIA, Mich., 3 de enero de 2014.- A fin de disminuir la contaminación y el alto consumo energético, en el Instituto de Investigaciones de Materiales de la UNAM del campus Morelia, se trabaja en el diseño de materiales a partir de materias primas renovables, cuyo trabajo lo encabeza Joel Vargas Ortega.
Y es que de acuerdo con el investigador, su proyecto se basa en la contaminación que generan los poliméricos sintéticos o plásticos, los cuales están formados a partir de productos derivados del petróleo, por lo que se pretende desarrollar nuevos materiales poliméricos a partir de materias primas renovables.
En este sentido agregó que “la naturaleza ofrece un gran potencial sintético para desarrollar nuevos métodos que permitan incorporar fuentes renovables en los materiales poliméricos generando así nuevos productos para el consumidor ambientalmente más amigables”.
Precisó que los aceites vegetales como el de linaza, el nuevo aceite de colza (canola), el aceite de ricino y el aceite de semilla de palma son materia prima renovable para la ciencia polimérica y están constituídos principalmente por triglicéridos con composiciones variables de ácidos grasos.
“Un desarrollo reciente en términos de la composición de ácidos grasos en aceites vegetales es el aceite de girasol de alto oleico, con concentraciones de ácido oleico de hasta el 93 por ciento, tales aceites vegetales son ideales como fuentes renovables para la síntesis de monómeros y polímeros debido a que pueden ser considerados como químicos con una pureza técnica y pueden ser utilizados para las transformaciones químicas sin la necesidad de consumir tiempo y energía en procesos de purificación”, explicó Vargas Ortega.
En este tenor, precisó que los materiales poliméricos renovables sintetizados a partir de productos vegetales exhiben propiedades térmicas y mecánicas comparables a aquellas de los hules comercialmente disponibles y de los plásticos convencionales así que pueden reemplazar a los polímeros basados en el petróleo en muchas aplicaciones, por ejemplo, en la tecnología de membranas poliméricas.
“Esta tecnología puede ser empleada eficazmente en la recuperación de subproductos gaseosos generados en algunos procesos productivos del sector energético, principalmente del petrolero, promoviendo así la eficiencia energética y reduciendo las pérdidas económicas al evitar la combustión y venteo de gases de alto valor económico a la atmósfera. Lo anterior coadyuvará a la desaceleración del agotamiento de las reservas fósiles así como a la disminución del elevado costo económico de los energéticos y el impacto ambiental que éstos generan”.
La tecnología de separación de gases con membranas poliméricas, dijo, también puede ser utilizada industrialmente para la purificación (endulzamiento) del gas natural; purificación de hidrógeno; recuperación del metano del biogas; recuperación de helio a partir del gas natural; separación de nitrógeno y oxígeno del aire; enriquecimiento del oxígeno a partir del aire para uso médico y metalúrgico; recuperación de óxidos de nitrógeno y óxidos de azufre a partir de atmósferas contaminantes.
Por tanto, dio a conocer que “mediante la modificación sistemática de la estructura química en los polímeros renovables pueden ser obtenidos materiales con propiedades excepcionales que permitan su aplicación como membranas de intercambio protónico (polielectrolitos) en celdas de combustible de hidrógeno“.
La celda de combustible de hidrógeno es un dispositivo electroquímico que transforma continuamente la energía química de un combustible en electricidad, indico, “esta tecnología para energía alternativa es silenciosa, eficiente, limpia y no produce ningún tipo de contaminación durante su operación. Los únicos subproductos son agua (con la suficiente pureza para ser utilizada como potable) y calor (el cual puede ser utilizado para calentar fluidos)”.
De esta manera, consideró que mediante la generación de rutas más sustentables para la obtención de los materiales poliméricos o plásticos se espera disminuir el desperdicio, la contaminación, el alto consumo energético y muchas otras preocupaciones ambientales de la sociedad.