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LÁZARO CÁRDENAS, Mich., 28 de marzo de 2015.- La minería ilegal generaba alrededor de tres mil empleos directos y la derrama económica que generaba y se dejó de percibir ha orillado a que la gente comience a delinquir, afirmó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Benjamín Estanislao Rodríguez Mendoza.
Apenas el jueves 26 de marzo se llegó a un récord de cinco atracos en sólo 20 minutos, aprovechando el relevo del batallón militar que tiene a su cargo la vigilancia de esta ciudad, como ocurre cada tres meses.
“Nos sorprendió el récord, parece que la delincuencia ya le tomó la medida a la policía militar, pero recordemos que cada tres meses cambian y en ese inter, pareciera que (los delincuentes) saben cuándo es el momento, creo que ayer fue el día del cambio de estafeta y, bueno, hay que aprovechar”, indicó.
Ante esa situación el dirigente empresarial lamentó el paro técnico anunciado por la empresa ArcelorMittal que, desde su punto de vista, representa la mitad del motor que mueve la ciudad y la otra mitad es el puerto.
“Tampoco quiero ser muy pesimista. Se está recuperando el empleo pero no a la par de lo que la ciudad está demandando para ser viable y esto se refleja en los asaltos a gasolineras, comercios, casas habitación, pero ahorita ya se instala la mesa de seguridad y justicia e inauguran un parque con recursos que se bajaron del Pronapred.
“Creemos que se está trabajando, desafortunadamente, de repente nos rebasa la ola delictiva del fuero común, los atracos, que se roban un reloj o un carro, etcétera, entonces es preocupante y que vaya a haber un cierre o un parto técnico pues más preocupante porque va a haber gente que va a dejar de percibir un salario digno.
El dirigente empresarial dijo que el paro técnico de la acerera debe ser considerado como una llamada de atención a todos los que están inmersos en esta industria como son la propia empresa, la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (Canacero) y el gobierno federal para ver cómo pueden ser más competitivos.
En su opinión la solución es muy sencilla, imponer aranceles a las importaciones de planchón de Rusia y China para proteger a los productores mexicanos que producen una tonelada en 460 dólares, cuando sus competidores la colocan en 350 dólares.