Fomenta CCEEM la participación ciudadana con encuentros entre candidatos
La producción y consumo de alimentos orgánicos oscila entre el glamur y la charlatanería debido al sobreprecio, de al menos 25 por ciento, que tienen tanto en el mercado interno como externo y porque la confianza es el valor agregado de esos productos, más allá de si cuentan o no con el sello que certifica cómo, cuándo y dónde se produjeron y procesaron.
Los mercados interno y externo de esos productos están en expansión y no por moda, sino porque los cultivos convencionales, a base de fertilizantes y plaguicidas químicos derivados del petróleo, degradan el suelo, contaminan el agua y tienen en jaque la salud de productores y consumidores.
Entre los jornaleros agrícolas del estado, en el 2012 hubo 268 intoxicados y hasta la semana 21 de este año se reportaron 54 casos; el promedio es de 200 personas intoxicadas cada año, sobre todo en las regiones de Zitácuaro, La Piedad y Pátzcuaro, informó el subdirector de protección contra riesgos sanitarios de la Secretaría de Salud (SS), Alejandro Molina García.