Envían maquinaria al Lago de Pátzcuaro para su rescate y conservación
MORELIA, Mich., 21 de febrero del 2013- Las guardias comunales es una práctica que tiene más de 50 años de estarse implementado en las comunidades indígenas de Michoacán por lo que no debe considerarse como inédita su aparición sino más bien es un aporte que hacen las poblaciones para coadyuvar con la seguridad, así lo consideró el encargado de la rectoría de la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán (UIIM), Irineo Rojas Hernández.Oriundo de Cherán, con doctorado en la Universidad de Tubinga, en Alemania, Irineo Rojas afirmó que las guardias comunales que existen en la actualidad tienen sus antecedentes en las Defensas Rurales que existían en varias comunidades de la Meseta Purépecha en la década de los cincuenta del siglo pasado, pero debido al crecimiento de los municipios esta forma de organización fue quedando en desuso pero ahora nuevamente están siendo retomadas debido a los conflictos que acarrea la inseguridad en varias poblaciones.“Cuando no existía policía municipal existía una Defensa Rural y personas que tenían el cargo de cuidadores de bosque y de linderos terrenales, quienes se encargaban de vigilar que no se metiera gente ajena a los terrenos de la propia comunidad”, explicó en entrevista.Bajo este contexto el titular de la UIIM dijo que las guardias comunales, que recientemente han estado en boga en los medios de comunicación, lo que están haciendo es retomar esta forma de organización, porque los habitantes de varias comunidades, sobre todo los adultos mayores, tienen comprobada su eficacia para la autoprotección en el caso de poblaciones pequeñas.“Creo que con el crecimiento de algunos municipios rebasó la capacidad para controlar la inseguridad, pero otra cosa más importante es que muchos de los policías (municipales) son ajenos a la comunidad, por lo tanto este desconocimiento les impide ser eficientes”, consideró.Asimismo, el investigador dijo que otra figura de autoprotección de antaño entre los comuneros es la conformación de rondas comunales, la cuales entraban en funciones una vez que caía la noche y entregaban su responsabilidad al día siguiente por la mañana, después de haber hecho recorridos de vigilancia en sus respectivos barrios.En este sentido, Irineo Rojas dijo que no debe de causar alarma la conformación de guardias comunales, ya que a su juicio lo que está sucediendo es el rescate una forma de organización efectiva para el cuidado de las comunidades y no debe ser considerada como un indició de ingobernabilidad.“Por ejemplo, en mi juventud en Cherán nunca conocí a ningún policía, cuando íbamos a un baile en el pueblo a veces nos interceptaba la ronda comunitaria y nos preguntaban qué andamos haciendo, y nosotros teníamos que identificarnos y mencionar quienes eran nuestros padres y familiares, lo que representaba una nivel de orden en comunidades pequeñas. Cuando era joven, en los años 50, Cherán no sobrepasaba los 5 mil habitantes, hoy son más de 20 mil”, recalcó.Asimismo, dijo que calificar estas formas de autoprotección como grupos paramilitares es un término que no describe su realidad y sus funciones, porque suena ridículo equiparar las guardias comunales con una estructura de tipo militar.Incluso, el encargado de la rectoría de la Universidad Intercultural indígena anunció que en el campus de Canangio de la referida institución se está conformando una guardia comunitaria para resguardar las instalaciones del plantel.“Sí, los indígenas sabemos cuidar las cosas, sólo hace falta que nos tengan confianza”, afirmó.