Con protección, 66 candidatos en Michoacán: Ramírez Bedolla
MORELIA, Mich., 24 de agosto de 2011.- “La pérdida del bosque michoacano por el cambio de comportamiento de la tierra para la plantación de aguacate, dejó efectos negativos porque la captación de agua se mermó y ahora hasta para mantener los sembradíos el líquido no es suficiente”, advirtió el diputado Jaime Rodríguez López, presidente de la Comisión de Desarrollo Rural del Congreso del Estado.El también presidente de la Junta de Coordinación Política, aseguró que el tema de la devastación de los bosques por el cambio de uso de suelo para la producción de aguacate, no es nuevo, y recordó que desde su ingreso a la actual Legislatura ha venido denunciando la importancia de que el Gobierno del Estado y las autoridades competentes hicieran caso de la gravedad del daño que se genera al ecosistema.Una vez más la falta de oportunidades en la entidad, hace que los productores busquen nuevas alternativas para hacerse de recursos, pensando en la rentabilidad de la producción del “oro verde”; sin embargo, los daños son aún mayores a los que pueda proveer su venta, debido a que la captación de agua se ve severamente dañada ante la falta de árboles, señaló.“Si bien el cultivo del aguacate genera divisas, desarrollo y progreso en las regiones que se viene produciendo, el impacto ambiental ha sido negativo, lo que ha provocado una disminución importante en la captación de agua debido a que este tipo de plantaciones requieren de un mayor número de metros cúbicos del vital líquido”, explicó.Rodríguez López invitó nuevamente a las autoridades estatales a que de manera conjunta con instituciones federales como SEMARNAT, PROFEPA, CONAFOR y CONAGUA emprendan una cruzada para tratar de evitar que se sigan consumiendo los bosques y se emprendan acciones emergentes para tratar de revertir el daño ocasionado.“El aguacate, lejos de generar agua, hace que la perdamos, al contrario de lo que sucede con los bosques de coníferas, que son verdaderas fábricas de agua”, detalló.Precisó que la deforestación de los bosques ha provocado la erosión del suelo, lo que evitará que se pueda captar agua en el subsuelo, lo que en un futuro se convertirá en un verdadero problema para el abasto del vital líquido.“Los pinos son generadores de agua, sin ellos se va perdiendo la misma, lo que provocará que los mantos freáticos se vayan más abajo. Sin pinos requerimos gran cantidad de metros cúbicos de agua, y tarde que temprano se traducirá en un problema”, resaltó.Jaime Rodríguez reiteró su compromiso al frente de la Comisión de Desarrollo Rural para buscar las alternativas que eviten que haya un mayor impacto en los bosques michoacanos en detrimento de la captación de agua y “espero que ahora que han hablado las autoridades federales de la preocupante situación que se vive en Michoacán, el Gobierno del Estado emprenda acciones concretas para remediar el daño provocado hasta el momento”.