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MORELIA, Mich., 2 de septiembre de 2012.- Es esencial que la autoridad garantice la integridad física de los niños y habitantes en general de la Nueva Jerusalén, como condición fundamental para proteger otros derechos como la educación, pues de nada valdría imponer la fuerza pública para la apertura de aulas si no se tiene garantizado el derecho a la vida.De acuerdo con un boletín de prensa, el presidente de la Comisión de Gobernación de la 72 Legislatura local, Olivio López Mújica, estableció que de acuerdo con el sistema jurídico, no sólo de México, sino de cualquier país del mundo, el derecho a vivir no sólo implica garantizar que una persona no pierda la vida, sino también proteger su integridad física y mental, de manera especial la de los niños.El legislador, quien es egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, sostuvo que los padres y tutores tienen la obligación de preservar el derecho a la vida de sus hijos, pero cuando éstos, por la razón que sea no lo hacen, el Estado mexicano debe acudir en su auxilio y protección para proteger y garantizar ese derecho.No se puede pensar, mencionó López Mújica, que se puedan otorgar el resto de los derechos si no se tiene salvaguardado en primerísima instancia el derecho a la vida, la protección del individuo. Con relación a los acontecimientos registrados en la comunidad de la Nueva Jerusalén que han tenido en el rubro educativo una especial repercusión, el diputado señaló que hay voces que se pronuncian -en varios de los casos tratando de sacar una ventaja mediática y hasta partidista- por la intervención policiaca para imponer el orden, sin detenerse a pensar que allí no pararía todo, pues por las condiciones tan particulares que en materia religiosa, ideológica y comunal se viven allí, podrían desatarse otras acciones con repercusión sobre la vida.Ha quedado constancia, expuso, que el actual gobierno estatal ha privilegiado la salvaguarda de la integridad física de los habitantes de ese lugar, antes de recurrir a cualquier acción que implique el uso de la fuerza pública, sin que ello quiera decir que se vayan a tolerar actos que constituyen un ilícito porque se hará valer el estado de derecho.Llamó a que sean el diálogo y la conciliación, los factores torales para que retorne la tranquilidad a ese lugar y que los niños puedan regresar a las aulas para continuar con su proceso formativo, pero siempre con las garantías suficientes para que su integridad física quede salvaguardada.